Una historia de DMAX

Por Pedro Méndez 05 - 03 - 2019

Son las 10 de la mañana, te acabas de levantar y se te ha cancelado la mañana, así que no sabes qué hacer. Algunos volverían a dormir; pero otros, ya espabilados deciden encender la televisión. ¿A quién no le ha pasado estar frente al televisor y no saber qué ver? Vas cambiando entre los cientos de canales que existen intentando encontrar algo... pasas a lo largo de varias películas, que tenían buena pinta... pero que no te apetecía ver en este momento. Sigues cambiando de canales y te paras en una vieja serie que veías hace tiempo... el sentimiento de añoranza te hace detenerte un par de segundos para ver en qué parte de la serie están... pero al cabo de pocos segundos te das cuenta que ya has visto la serie, y que te la sabes de memoria... así que sigues indagando en los distintos programas... hasta que llegas a esa cadena tan conocida: DMAX, o como la conocías hace unos años... Discovery Max.

Un señor mayor en una barca te llama la atención. Sujetando una caña de pescar, como si de hierro fuese, tirando de ella fuertemente. Te quedas "loco", pensando que criatura monstruosa saldrá del agua. Te cuentan la historia del pueblo, donde los habitantes del lugar dicen haber visto un monstruo. Pasan los segundos, los minutos y antes de que te des cuenta estás comiendo comida de microondas mientras Control Fronterizo comienza. Ya habías visto algunas partes de episodios sueltos en Facebook, pero nunca te desvelaban qué pasaba, solo te enseñaban distintas cosas que los pasajeros llevaban en sus maletas... Eres una persona curiosa, así que decides quedarte a ver un par de episodios. No tienes nada qué hacer en toda la tarde, podrías ver otra cadena, pero sabes que DMAX... es DMAX.

Se hace tarde, son casi las 20:00, pero están poniendo Fast N'Loud. El ruido de los motores de los coches, de los sopletes funcionando y de las piezas de metal te incitan a quedarte una vez más frente al televisor, pensando qué chatarra convertirán en un lujoso coche que te hará ser la envidia del lugar. Te enseñan un presupuesto, del que siempre se salen; cómo compran un coche, que no se lo darías ni a tu peor enemigo; y en menos de 40 minutos se convierte en otro coche, pero esta vez, no se lo darías ni a tu mejor amigo.

Te rugen las tripas, tienes hambre, te has pasado todo el día en el sofá, todavía tienes el pijama puesto; pero ahora echan un episodio del Último Superviviente. Te imaginas haciendo un viaje a la otra punta del mundo, pero el avión por una avería se estrella y quedas atrapado en la selva más oscura que hayas visto, o en la montaña más nevada; donde no se ve nada en el norte, sur, este u oeste. ¿Cómo vas a perderte este programa? ¿Y si algún día te quedases en un lugar del que no puedes escapar, perdido y alejado del resto del mundo? Necesitas saber qué plantas son venenosas, qué frutas puedes comer, como evitar ser cazado y como sobrevivir. Así que ves el programa, mientras cenas; y al acabar, apagas la televisión y te vas a dormir sonriendo, pensando que si algún día necesitas saber hacer fuego, solo necesitas una cuerda y dos trozos de madera... en otras palabras, duermes contento; casi pensando en darte de baja para mañana poder disfrutar de otro día como hoy.

Una programación diversa, programas que otras cadenas no tienen... si empiezas a ver, no acabas. ¡Esto es Discovery Max!