¿Tenemos la TV que merecemos?

Por Bruno Martínez González

En febrero de 2011 tuvo lugar un debate en el canal televisivo La dos sobre si realmente tenemos la televisión que merecemos. Los invitados que asistieron al debate fueron Ramón Colom, José Manuel Lorenzo, Victor Amela, Javier Sábada, Mariola Cubells y Susana Alosete, todos ellos pertenecientes al mundo de la comunicación.

Este tema de debate resulta muy subjetivo y controversial ya que principalmente, en función del espectador, y el contenido que este consuma, tendrá una opinión u otra respecto al tema.

Suponiendo que no tenemos la televisión que merecemos, en el debate se postulan dos marcadas posturas. La primera, es que el espectador no es el responsable de que la televisión que tenemos no sea de buena calidad, si no aquellos que hacen la televisión.

Mariola Cubells por ejemplo, defiende que aquellos quienes hacen la televisión saben exactamente que “ingredientes” poner para captar la atención de todos los espectadores, ya que, al fin y al cabo, es como las televisiones hacen negocio, con nuestra atención. Además, Mariola lanzó la incógnita de: ¿Cómo es posible que, si los espectadores no son iguales, tienen distinto nivel educativo y distintos gustos, la televisión genere los mismos estímulos en todos ellos?

La otra postura que se planteó en el debate es la televisión como un reflejo de la sociedad. La televisión no deja de ser un mercado, y, como todo mercado, funciona en función de la ley oferta y la demanda, esta se autorregula y solo se emite aquello que tiene demanda. Además, la televisión dejo hace mucho tiempo de ser un bien público para convertirse en un negocio. Las empresas de televisión privada no quieren asumir riesgos, prefieren ir a lo seguro, a lo que el público demanda y asegurar de esta forma la audiencia. Es este uno de los motivos por lo que nace otro subtema en el debate, la telebasura, un término imposible de definir en un diccionario porque, esto es tan subjetivo como el tema principal. En función del espectador, de sus gustos y de sus preferencias considerará unos programas telebasura y otros no.

En el debate Javier Sábada busca una televisión libre de tabúes y debates con posiciones encontradas. Por otra parte, Susana Alosete adoptó una postura más imparcial defendiendo que la culpa es tanto de aquellos quienes hacen televisión como los que tienen el mando en los salones de su casa.

Pero, ¿realmente lo que vemos en la televisión es lo que nos gusta o la que nos ponen? Lo que está claro es que se hace mucha más televisión desde el despacho que desde plató, y es que las televisiones se miden por los números, y por nada más.

Aplicando el debate a día de hoy, 2019, es necesario partir de la premisa de que este debate tuvo lugar en 2011, cuando la oferta de canales televisivos era amplia pero no tanto como lo es a día de hoy. La televisión por aquel entonces, estaba menos segmentada. Actualmente los canales se agrupan en canales generalistas, temáticos, deportes, series, películas, música, etc.… lo que se traduce en que el espectador tiene mucha más variedad y cantidad tanto de canales como de contenidos para elegir lo que consumir. Este crecimiento que ha experimentado el medio de la televisión desde 2011 hasta la actualidad no quiere decir que merezcamos, o no, la televisión que tenemos. La televisión se sigue rigiendo por el lay de oferta y demanda y por números de audiencia. Como mencionado al principio del artículo, cada persona tiene una opinión propia respecto al tema.

Ahora pregúntate, ¿realmente tenemos la televisión que merecemos? Y si es que no ¿de quién es la culpa, del quien está detrás o delante de la pantalla?